Bibliotecas de la Antigüedad, por Lucía Sánchez Iturbe.

21.02.2013 19:31

Una de las preguntas del Concurso Odisea, en el que participamos hace unas semanas, me llamo mucho la atención: ¿Cuál fue una de las más famosas bibliotecas públicas de la Antigüedad y que servía al mismo tiempo de archivo estatal? La respuesta, como todos ya sabemos, es la Biblioteca Ulpia.

Después de hacer un pequeño recorrido por la historia de las bibliotecas de la Antigüedad me he dado cuenta que las bibliotecas, aparte de guardar libros, eran grandes centros de información y de difusión de cultura de todo tipo. Podríamos hablar de cuatro momentos en la historia de las bibliotecas: Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma. Solo quiero tratar los dos últimos.

Entre las bibliotecas griegas destacan la de Alejandría y la de Pérgamo.

La biblioteca de Alejandría, en Egipto, es famosa, aparte de por su aparición en la película Ágora, porque fue en su época la biblioteca más grande del mundo. Pudo llegar a tener unos 700.000 manuscritos.  Recogió las literaturas de varias civilizaciones de la Antigüedad, así como sus traducciones. Los manuscritos se conservaban en habitaciones colocados en nichos de madera o de mimbre, los mejores manuscritos se untaban con aceite de lino, para conservarlos mejor. La biblioteca sufrió unas obras de ampliación ya que sobrepaso su capacidad. Existen varias leyendas sobre la destrucción de la Biblioteca de Alejandría, pero no hay datos históricos que lo atestigüen.

                                         Biblioteca de Alejandría

 

       La Biblioteca de Pérgamo fue fundada, en esta ciudad de la costa de Asia Menor, por Átalo I, aunque no se desarrolló totalmente hasta el reinado de su hijo en el siglo II a. C. Esta Biblioteca estaba organizada alrededor de un templo en honor a Atenea. La Biblioteca de Pérgamo tuvo, según Plutarco unos 200.000 volúmenes, y llegó a rivalizar con la Biblioteca de Alejandría. La tradición atribuye a esta biblioteca el invento del pergamino como material de escritura, para sustituir al papiro que el rey de Egipto prohibió exportar.

biblioteca de Pérgamo

    En Roma aparecieron las primeras bibliotecas públicas como la de Asinio Polión. La más importante de todas fue la Biblioteca Ulpia creada por el Emperador Trajano. En ella también se conservaban documentos públicos, por tanto, es probable que fuera, además, un archivo histórico. Contaba con dos edificios que tenían una selección griega y otra latina. Ocupaba 18.000 metros cuadrados, en ella había templos dedicados a Júpiter y a Juno y dos amplias salas para reuniones políticas. Su primer bibliotecario fue Gayo Meliso.

 

                                       Biblioteca Ulpia.