Diógenes de Sínope, por Víctor Chicano (Trabajo nº 4)

29.01.2013 19:03

Tras la muerte de Sócrates (399 a.C.), sus discípulos se dispersaron y originaron numerosas escuelas filosóficas. Además de Platón, otros filósofos que, en mayor o menor medida, habían sido discípulos suyos, continuarían su pensamiento en direcciones distintas, y aún contrapuestas. Una de esas escuelas fue la escuela cínica, fundada por Antístenes (aproximadamente 445-365) y a la que perteneció el filosofo Diógenes de Sínope, también conocido como Diógenes, el del tonel.

Para el filósofo la realidad del mundo sensible estaba fuera de toda discusión. Esta tesis la dirigía directamente contra la teoría de las ideas platónica. Esta oposición a Platón, además de las consecuencias derivadas de su pensamiento, le llevó a despreciar la geometría y la música.

Llevó a la practica el ideal del sabio defendido por el cinismo, recogido en numerosas anécdotas: vida solitaria, desnudo y sin más vivienda que un tonel, en renuncia constante de todos los bienes creados por la sociedad humana.

Una de sus más famosas anécdotas, junto con la de Alejandro, (que nos ilustran acerca del perfil del filosofo) es aquella en la que estaba Diógenes cenando lentejas cuando le vio el filósofo Aristipo, que vivía confortablemente a base de adular al rey. Aristipo le dijo: "Si aprendieras a ser sumiso al rey, no tendrías que comer esa basura de lentejas". A lo que replicó Diógenes: "Si hubieras tu aprendido a comer lentejas, no tendrías que adular al rey".

Por cuestiones económicas fue desterrado de su ciudad natal, hecho que tomo con cierta ironía: "ellos me condenan a irme y yo los condeno a quedarse".

Deambulo por Esparta, Corinto y Atenas, en esta ciudad frecuento el cinosarges y se hizo discípulo de Antístenes que predicaba el no respetar las convenciones sociales y evitar los placeres. Considerado como uno de los más destacados filósofos de la escuela cínica.

Los cínicos tomaron como modelo a la naturaleza y los animales, los adoptaron como ejemplos de autosuficiencia y basándose en ello propusieron un modelo de comportamiento ético que consideraban fundamental para alcanzar la felicidad. Llevó una vida de austeridad y mortificación.

Rechazó también el politeísmo con todos los cultos religiosos, por considerarlos instituciones puramente humanas y superfluas.

Diógenes criticaba las diferencias de clase, predicaba el ascetismo.

La tradición le ha atribuido osadía e independencia ante los poderosos, desdén por las normas de conducta social; según lo que de él se ha contado, vivía en un tonel. Se vestía ropas toscas, sus alimentos eran sencillos y pernoctaba en las calles.

Fue respetado por los atenienses, admiradores de su desprecio de las comodidades. La virtud es la base de su filosofía. Despreciaba a los hombres de letras por leer los sufrimientos de Ulises mientras desatendían los suyos propios y a los oradores que, a su parecer, estudiaban como hacer valer la verdad pero no como practicarla.

Anécdotas:

Según la tradición popular, Diógenes caminaba por Atenas a la luz del día llevando una lámpara encendida y cuando se le preguntaba que porque hacia esto contestaba:

-"busco un hombre honesto sobre la faz de la tierra".

Cuando Diógenes llego a Atenas quiso ser discípulo de Antístenes pero fue rechazado, ya que este no admitía discípulos. Ante su insistencia, Antístenes le amenazo con su bastón, pero Diógenes le dijo:

-"no hay un bastón lo bastante duro para que me aparte de ti, mientras piense que tengas algo que decir".

Cuando viajaba a Egina fue secuestrado por piratas y llevado a Creta donde fue vendido como esclavo.

Cuando fue puesto a la venta como esclavo, le preguntaron qué era lo que sabía hacer, Diógenes contestó:

-"mandar"." Comprueba si alguien quiere comprar un amo".

Fue comprado por un tal Xeniades de Corinto, quien le devolvió la libertad y le hizo tutor de sus hijos.

En cierta ocasión le invitaron a una lujosa mansión advirtiéndole de no escupir en el suelo, acto seguido le escupió al dueño, diciendo que no había encontrado otro sitio más sucio donde hacerlo.

En otra ocasión le preguntaron porque la gente daba limosna a los pobres y no a los filósofos, a lo que respondió:

-"Porque piensan que pueden llegar a ser pobres, pero nunca a ser filósofos".

Pero sin duda la mas celebre fue aquella en que se encontró con Alejandro Magno mientras el filósofo tomaba el sol plácidamente.

Fue Alejandro quien empezó la conversación así:

-Yo soy Alejandro Magno

A lo que el filósofo contestó:

-Y yo, Diógenes el cínico.

Alejandro entonces le pregunto de qué modo podía servirle. El filosofo replicó:

-¿Puedes apartarte para no quitarme la luz del sol? No necesito nada más.

Se cuenta que Alejandro se quedó tan impresionado con el dominio de sí mismo del cínico que se marcho diciendo: si yo no fuera Alejandro, querría ser Diógenes.

Según la tradición, murió en Corinto el mismo día que Alejandro.

Se preocupó por la sabiduría practica y no estableció ningún sistema de filosofía.